18 julio 2013

Feo en Singapur: Punggol

El crecimiento de la población en Singapur obliga al gobierno a mantener a toda máquina la construcción de vivienda subsidiada (HDB) en zonas cada vez mas alejadas del centro de la isla. Según un plan maestro llevado ante el Parlamento en 2013, se espera que la población crezca un 40% en los próximos 15 años - de 5 millones en la actualidad a 6.9 millones en 2030.

A toda esta gente hay que meterla en algún lado - y no solamente a ellos, sino a los muchos extranjeros que vienen a servirles: amas de limpieza, niñeras, conductores de autobús, barrenderos y por supuesto los expatriados que trabajamos en el sector de finanzas y servicios.

De estas necesidades es que se desarrollan zonas como Punggol - situada prácticamente al final de la isla, y como se dice en Venezuela, donde se le perdieron las sandalias a Cristo.

Al llegar a la zona, uno no deja de asombrarse por la capacidad de este país en organizarse y hacer las cosas en grande: toda la zona, de un par de kilómetros cuadrados, está siendo construída al mismo tiempo.


Punggol en Julio, 2013 - todos los edificios están en construcción.
Y el resultado es que caminar por Punggol es una experiencia inquietante, ya que en cuadras y cuadras de mucho caminar, no se ven a otros paseantes sino a los edificios vacíos, aún en construcción. La experiencia recuerda a esas películas de ciencia ficción sobre el fin de la humanidad, como 28 Days Later.

Seguramente en tres o cuatro años vivir en Punggol será una viviencia aséptica y aburrida, como vivir en cualquier otra aglomeración de HDB's en Singapur, pero por ahora es una experiencia fea y deprimente.

Panorámica de Punggol - click para agrandar.

03 julio 2013

Revoltosos y extraños

Un curioso anuncio frente a un consultorio veterinario en Novena - mezcla de Singlish y mala ortografia.


Prohibida la entrada o estacionar a revoltosos y extraños a este estacionamiento privado.

Mmmhhh.

18 junio 2013

Feo en Singapur: humo en la ciudad

Debido a su posición geográfica, Singapur recibe los vientos que soplan desde otras latitudes y que han hecho que el comercio florezca; desde que los primeros mercantes de vela llegaron a principios del siglo XIX.

Sin embargo hoy día los vientos traen los restos de las quemas en los bosques y sabanas de Sumatra, Indonesia; donde las prácticas de "tala y quema" están destruyendo el ecosistema local y están envenenando el aire de Singapur.

Los campesinos allá practican la quema de vegetación al inicio de la temporada de plantación de la palma de aceite, y los poderosos intereses económicos y la legendaria corrupción del gobierno Indonesio hacen que estos focos de incendio se multipliquen rápidamente y lleguen a niveles incontrolables; lo que genera una verdadera calamidad ambiental para los habitantes de Singapur.

Singapur, no se vé ni siquiera la silueta de la ciudad
La fotografía está tomada desde nuestro balcón: la silueta de la ciudad no se puede distinguir, y la calidad del aire es tan mala que el gobierno de Singapur está pidiendo a sus ciudadanos mantenerse puertas adentro para evitar daños pulmonares.

Nos estamos respirando la extinción del bosque tropical de Sumatra, y las autoridades Indonesias no hacen nada para evitarlo.