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03 agosto 2014

Las politicas raciales en Singapur

Singapur es uno de aquellos países (Estados Unidos también entra en esta categoría) donde la pertenencia o no a determinada etnia hace que las percepciones y oportunidades sean diferentes.

A pesar de que el gobierno local gusta decir que es una "ciudad multi-cultural" y un ejemplo de convivencia y armonía, la realidad es mas descarnada y menos romántica: si no fuera por la conocida "mano dura" de las autoridades y las intensas campañas de propaganda e "ingeniería social" por los medios de comunicación, los conflictos raciales serian tan intensos como en otros países de Asia.

Los Singapureanos-Chinos son mas del 70% de la actual, mientras los Malayos apenas son el 15%.

A pesar de la desproporción numérica, los Singapureanos-Malayos y la comunidad Musulmana han brindado a Singapur un matiz particular y una envidiable diversidad y colorido - de hecho, uno de mis lugares favoritos en Singapur es el Kampong Glam; el centro antiguo de la comunidad Islamica en la era colonial y uno de los lugares con autentica comida arabe en Singapur.

Kampong Glam, con la mesquita Sultan
Las tensiones entre ambas razas son harto conocidas y se remontan a la era colonial - cuando Singapur (de mayoria China) y Malaya Britanica (de mayoría Islamica) pasaron a independizarse en 1959 y se fusionaron en el nuevo país federado de "Malasia".

Este matrimonio forzado duro poco y apenas en 1965 fue cuando Singapur se declaro independiente de Malasia, y conformo su propio país.

La realidad (poco divulgada) es que Malasia "expulso" a Singapur, debido, entre otras cosas a la antipatía entre las comunidades de ambos países. Poco después, ambos países establecieron leyes o procesos administrativos que han favorecido a ciertas comunidades en detrimento de otras - en Singapur esto se refleja en la asignación de viviendas construidas por el gobierno - hay sectores en donde el balance de Chinos y Malasios aun permanece regulado por el gobierno, para no alterar el "orden social".

En Malasia es mucho peor, ya que las leyes locales favorecen a los Malasios Musulmanes (llamados bumiputra: "hijos de la tierra" en lengua Malaya) - una universidad puede rechazar a un candidato Malasio-Chino con buen indice académico porque esta obligada a aceptar a un bumiputra, aunque el rendimiento de este ultimo sea inferior.

Singapur favorece la meritocracia y la competencia (...con un ligero empujoncito ocasional, favoreciendo a los Singapureanos-Chinos), mientras que Malasia establece leyes de "acción directa" que abiertamente favorecen a una etnia, por encima de todas las otras.

Es asi que en las formas oficiales - tanto en Singapur como en Malasia -  por ejemplo; para abrir una cuenta en el banco, hay que dar entre otros datos personales la "Raza" a la que se pertenece - Chino, Malasio, Indio u "Otros". Los extranjeros siempre somos "otros..." - afortunadamente.

Aunque para un extranjero esto no sea mas que una curiosidad, a mi me sigue pareciendo un rezago de nacionalismo primitivo del siglo XV - al igual en Estados Unidos.


20 noviembre 2013

Cuento de dos ciudades

El fin de semana pasada, estuvimos en Kuala Lumpur, la capital de Malasia.

Para el que vive en Singapur, el viaje a Malasia es ir del primer al tercer mundo - algo similar a la impresión de quien cruza la frontera en El Paso, Texas y entra a Ciudad Juárez, Chihuahaua. Es duro imaginar que una frontera puede marcar diferencias economicas y culturales tan obvias.

Kuala Lumpur y las Torres Petronas en la distancia
Ambos países fueron muy cercanos durante la época colonial, e incluso formaron parte de una efímera confederación a principios de los años sesenta - hasta que las posiciones irreconciliables hicieron que Malasia expulsara a Singapur de la confederación. Las razones para este divorcio están basadas en la gran influencia China en Singapur, y la gran influencia Islámica en Malasia. Ambas culturas se toleran mutuamente, pero tienen puntos de vista irreconciliables.

Singapur optó por la ruta de mantener las instituciones heredadas del Imperio Británico, la meritocracia, el uso del Inglés para amalgamar a la población de diversas razas, premiar el trabajo duro y la excelencia, invertir en educación y medicina, mantener un poder judicial independiente y un aparato policial eficiente.

Malasia, por otro lado, optó por seguir un modelo de desarrollo endógeno nacional-Islámico. Se dan incentivos a los pobladores de origen Malayo (en detrimento de las poblaciones de origen Chino e Indio) y se han desterrado muchas de las instituciones de la antigua Malaya Británica, sustituyéndolas por modelos importados de otros países del mundo musulmán. El idioma Inglés ha sido sustituído por el Malayo, y los pobladores de razas no-Malayas se encuentran a menudo discriminados en su propio país. No existe una cultura de honestidad y transparencia gubernamental, y se conocen casos de corrupción endémica que han debilitado el Gobierno.

Después de casi 50 años de vivir como divorciados, los resultados están a la vista: Singapur ocupa el lugar 4 en Producto Interno Bruto per capita (2012, USD 66mil por habitante) mientras que Malasia está en el lugar 57 (2012, USD 17mil por habitante)

Otra métrica utilizada para medir el nivel de bienestar de la población; la tasa de mortalidad infantil de las Naciones Unidas arroja resultados similares - Singapur está en el lugar 1 de la tabla, por encima de los países escandinavos, con 1.92 fallecimientos por cada mil nacimientos. Malasia ocupa el lugar 48, con 7.7 muertes por 1000 nacimientos.

La lista de cambios para peor es inacabable: desde los huecos en las carreteras, hasta la falta de mantenimiento y los puestos de comida en la calle, en Malasia las muestras de un pasado compartido con Singapur, y un presente en tension y disparidad economica, están a la vista.

Hay atracciones de categoría mundial en Malasia, pero Kuala Lumpur nos pareció una ciudad en crecimiento que aún lucha para quitarse de encima un pasado aburrido y pueblerino, con un tráfico infernal y buena comida, sin mucho atractivo físico y mucho concreto.

Kuala Lumpur tiene uno de los rascacielos mas altos del mundo, las Torres Petronas, pero el proceso de subir a visitar la cima es decididamente Tercer Mundista: hay que levantarse temprano en la mañana e ir hasta el mostrador de visitantes para obtener un número; sin el número no se puede conseguir ticket para subir - y los visitantes solamente pueden subir hasta el puente de observación en el piso 45.

No vale la pena hacer semejante sacrificio - es preferible ir con calma al anochecer y ver esta magnífica construcción desde el exterior, y luego cenar en alguno de los excelentes restaurantes de Kuala Lumpur.

Hay diferentes rutas para ir a K.L desde Singapur - nosotros optamos por el autobús ejecutivo -  mas económico que el avión, y la estación de autobuses en K.L queda muy cerca (tres calles) de nuestro alojamiento. Pero el confortable viaje toma cinco horas en cada dirección; por lo que tal vez es recomendable el avión para un viajero casual - aunque tenga que aguantarse dos horas de cola entre el aeropuerto y la ciudad.