18 agosto 2016

Recuerda no manejar en Singapur

Casi a cinco años de haber llegado a Singapur hay una sola cosa que aún no me atrevo a hacer en esta ciudad: manejar. La "experiencia automotriz" en Singapur es aterradora y espantosamente costosa. Y si terminas en un accidente.... es mejor que tengas una buena póliza de seguros.

En otros comentarios he mencionado la política de inflar artificialmente el precio de las placas de los vehículos para restringir los números de vehículos en circulación –ostensiblemente para reducir el tráfico, pero en la práctica, para maximizar el beneficio económico del gobierno.

Pero estoy prevaricando. Me rehúso a manejar en Singapur por varias razones:

  1. Es peligroso: Tengo unos cuantos años de experiencia al volante y he manejado en varias ciudades caóticas –incluídas Caracas, Madrid y Ciudad de México.

    Pero en Singapur el tráfico es muchísimo mas peligroso ya que la gente maneja sin reparo en los demás, con impaciencia, alta velocidad *y sin mucha experiencia*. Si a esto le agregamos los conductores que vienen de China Continental (campesinos arrogantes y nuevos-ricos, sin experiencia) y los conductores que vienen de Malasia (agresivos como los de Caracas) el resultado es un accidente a punto de reventar.

    Es aterrador pensar que los accidentes en las autopistas suelen ser de cuatro o cinco carros –al Singapureano le encanta manejar pisando los talones al carro que tienen enfrente. Todo el mundo tiene prisa, pero nadie sabe manejar defensivamente. En el momento que llueve (o sea, todo el tiempo) los choques son de proporciones legendarias.

    Hasta los taxistas y los conductores de autobús manejan mal y de forma despectiva y peligrosa. He estado mas cerca de morir en un accidente de tránsito en un taxi en Singapur que en un tuk-tuk en Bangkok o Phnom Penh...
  2. Es carísimo: ya he dicho hasta el cansancio que Singapur es caro, pero los carros tienen precios que son de estafa: un Toyota Corolla que cuesta 20mil dolares en Australia, vale 110mil dolares en Singapur, mas las placas (otros 50 mil dolares), mas el seguro (2 mil al año), mas la gasolina (2 dolares el litro) mas el ERP -el peaje electrónico para manejar por la ciudad- (5 dolares o mas al día)- mas el estacionamiento (5 dólares al día, o mas). Ver los precios en este link.

    Para mas colmo, las placas para vehículos privados solamente son válidas por 10 años –después de este plazo el gobierno "deprecia" el carro y le paga al dueño para deshacerse de él.  Este artículo (en inglés) describe la estructura de costos detalle.
  3. Es redundante: hay que admitirlo, el transporte público en Singapur es ultra-eficiente, económico y de clase mundial. Y con la introducción de servicios como Uber o Grab, no hay lugar de la ciudad en donde yo no pueda llegar por menos de 15 o veinte dólares. En MRT o autobús puedo llegar por 3 o cuatro dólares.

    Para qué necesito un carro? Considerando las opciones que hay, es redundante tener un carro que va a pasar la mayor parte del día depreciándose en el estacionamiento.
  4. Es tedioso: La pasión por manejar es un concepto desconocido: las autopistas han sido diseñadas con el aburrimiento en mente –Singapur es predominantemente plano y con una geografía aburrida. Hay pocas vistas suntuosas, no hay autopistas costeras ni carreteras curvosas que suben las montañas. Ni siquiera hay montañas. Ni siquiera hay miradores. Lo que hay es tráfico y aburrimiento. Y muchos radares para multar a los que van con exceso de velocidad.

    Hay contínuas trancas, contínuos sitios de construcción y una densidad vehicular espantosa, con gente agresiva y poco amable al volante -ver el punto 1 de esta exposición.
Las únicas razones por las que puedo imaginar que alguien maneja en Singapur es: porque es parte del trabajo, porque el carro lo paga la empresa, o porque tienes dinero de sobra y deseas "pantallear" delante de tus amigos de la oficina.

Mi consejo? Recuerda no manejar en Singapur: no vale la pena..

25 julio 2016

Adiós Kampong Glam

Después de siete meses de trabajo, el rol de "Design Manager" se quedó pequeño y puse la renuncia. En Singapur también hay colegas tóxicos y habladores de paja que le hacen la vida difícil a los demás.

Aprendizajes: si de algo sirve, la experiencia de trabajar rodeado de Singapureanos me ha reconfirmado un par de cosas que sospechaba - sobre todo la falta de flexibillidad para apreciar dificultades en las decisiones, y sobre todo, la indecisión ejecutiva.

A nadie le gusta tomar decisiones en una empresa - porque si la decisión es la equivocada, vas a "quedar mal ante el jefe" - o como dicen en la cultura China: "losing face"

En el mundo del mercadeo digital creo que es inaceptable la falta de toma de decisiones - el mundo se mueve rápido, y no hay tiempo que perder convenciendo al jefe para que tome una decision que nunca va a tomar.

Se fregó la bicicleta: a buscar otro trabajo
Por el lado positivo; trabajé con gente divertida, emprendedora y conocedora de otras culturas y puntos de vista.

12 abril 2016

Trabajo en Kampong Glam

Estoy desde Año Nuevo empleado "full-time" como Senior Design Manager de una empresa start-up en el area de aplicaciones móviles.

Aliwal Street, en Kampong Glam, Singapur

El área de Kampong Glam es súper interesante -una de mis partes favoritas de Singapur- con una marcada influencia árabe y del Medio Oriente.

Una de las principales mezquitas de Singapur –the Sultan Mosque– queda a un par de cuadras de la oficina, y es curioso escuchar el llamado al rezo durante la jornada de trabajo - a veces es relajante y calma los ánimos; otras veces es melancólico.

El único gallo que he visto en Singapur vive en uno de los callejones de Kampong Glam- la primera vez que lo encontré le tomé una foto: por si acaso algún día necesito pruebas de que en la jungla de concreto hay animales domésticos.

Un gallo patrullando los callejones en Kampong Glam.

Mi trabajo es interesante, creativo y me mantiene ocupado - trabajando con 20 personas de varias nacionalidades y siendo uno de los mas viejos de la oficina. Es interesante observar y participar en las dinámicas de trabajo entre locales de Singapur y extranjeros - algunas sospechas en cuanto a la falta de "liderazgo" de los Singapureanos jovenes son evidentes - pero por otro lado son gente divertida y muy trabajadora.

Creo que ese es el término apropiado –trabajadores dedicados. Eso es el secreto de Singapur. Todos trabajamos al menos diez horas al día, y a veces, mucho más.

A pesar de que el ritmo de trabajo es desigual y muchas lagunas de procesos son evidentes, creo que estamos contruyendo una aplicación móbil con algo de futuro y buenos prospectos comerciales. Ya hablaré de esto en los próximos meses, si es que llegamos a lanzar la aplicación al mercado!