13 diciembre 2011

Informantes

De un cartel de reclutamiento de la policía en Singapur.

Después de vivir en Ciudad de México, en donde la presencia policial es grande y vistosa; pareciera que en Singapur no hay policías.

Pero la verdad es mucho más inquietante.

Muchos de los policías en Singapur recorren las calles vestidos de civil, mezclados entre la población general y sin levantar sospechas. Así observan y hacen cumplir las leyes.

Jenn vió a un peatón que intentaba atravesar una calle con el semáforo en rojo {un delito en Singapur} y que fué arrestado ipso-facto por un policía en blue-jeans y franela.

Recientemente fuimos a un festival de música electrónica, y nos llamó la atención el gran número de individuos que estando solos y sin amigos aparentes, se mostraban muy interesados por observar las actividades de la gente a su alrededor. Nos miraban por algunos minutos, fijamente, adivinando las conversaciones o detallando lo que teníamos en las manos.

Policías de civil, sin duda alguna. Vestidos con shorts y camisas de flores, escudriñando los asistentes al festival para descubrir a los vendedores de drogas o alcohol ilegal, o a los consumidores. O a los extranjeros que se quieran sobrepasar con muchachas locales. O a los rateros y carteristas.

Quién sabe. Pronto se convirtió en un juego -"descubre al policía"- adivinando quiénes entre los asistentes a la fiesta trabajan para el Gobierno.

En Singapur la mejor política es no confiar en la gente local. No hablar de política, no hablar de actividades ilegales, no hablar de drogas ni de ilícitos, ni de nada que pueda ser delito en Singapur.

Nadie sabe quién trabaja para la policía hasta que te arrestan.