Al montarme en ese avión, yo era parte de una minoría de nómadas que salían de Venezuela por razones personales y no políticas.
Las duras realidades de la Venezuela actual aún no existían, y los que ahora son caudillos, jerarcas y excelencias en aquel entonces eran líderes populares, pensadores de vanguardia y aguerridos luchadores. Era difícil pensar en 1998 que el futuro de Venezuela iba a ser 200% de inflación anual y racionamiento.
Como en otros países –y en otros momentos históricos– el pueblo eligió con el corazón y no con la cabeza, y las consecuencias han sido catastróficas. Cualquier parecido con "Rebelión en la Granja" de George Orwell es coincidencia.
Vivir fuera del país donde naciste es duro y me tomó casi un año ajustarme a la idea de vivir como un inmigrante. Tuve la fortuna de casarme con mi amada, quien comparte valores y pasiones similares a las mías y hemos formado una familia de expatriados felices, viajando por el mundo.
17 años fuera –brindo por eso! |
Toda Asia ha crecido: Vietnam, Korea, Tailandia, Malasia, Indonesia. Hasta Cambodia –uno de los países mas pobres de la región– ha pasado por una década de crecimiento ininterrumpido.
No voy a seguir aburriendo al lector con cifras de crecimiento en Asia pero como dice el dicho: el que tenga ojos, que vea.
El comercio, la industria, la transparencia y el uso de las tecnologías digitales han hecho de Singapur una de las economías mas fuertes y dinámicas del mundo. En sólo 50 años Singapur ha podido pasar de ser un puerto modesto en la frontera a ser un centro global de las finanzas, solamente superado por Hong Kong y Shanghai.
En estos 17 años he visto cosas increíbles y conocido gente muy especial que han hecho de mí un ciudadano del mundo. Vivir en Asia ha sido una experiencia increíble y no lo cambiaría por nada.