Sin embargo hoy día los vientos traen los restos de las quemas en los bosques y sabanas de Sumatra, Indonesia; donde las prácticas de "tala y quema" están destruyendo el ecosistema local y están envenenando el aire de Singapur.
Los campesinos allá practican la quema de vegetación al inicio de la temporada de plantación de la palma de aceite, y los poderosos intereses económicos y la legendaria corrupción del gobierno Indonesio hacen que estos focos de incendio se multipliquen rápidamente y lleguen a niveles incontrolables; lo que genera una verdadera calamidad ambiental para los habitantes de Singapur.
Singapur, no se vé ni siquiera la silueta de la ciudad |
Nos estamos respirando la extinción del bosque tropical de Sumatra, y las autoridades Indonesias no hacen nada para evitarlo.